Con viento de cola, la política macroeconómica del país en piloto automático continúa su rumbo.

Escenario Internacional

Mientras el mundo desarrollado muestra parámetros estructurales cada vez más débiles, América Latina se posiciona en un lugar de privilegio gracias a la importante escalada mundial en los precios de los commodities.

La mayor demanda estructural mundial de alimentos más una importante demanda especulativa instala a los países productores de alimentos en un escenario único.

Las estimaciones de los principales analistas y organismos internacionales son más que elocuentes: si bien con riesgos a un “sobre calentamiento”, predicen un muy buen 2011 para los países emergentes, situación contrapuesta a la delicada realidad de las naciones desarrolladas.

En el viejo continente nubes oscuras acercan al borde del precipicio a las naciones más débiles.

A punto de estallar, Grecia ya entro en un espiral ascendente de conflictos sociales. Con extrema fragilidad y gran incertidumbre siguen sus pasos Irlanda, Portugal y España.

Escenario Nacional preelectoral

La realidad Argentina muestra características muy especiales.

Para surfear la crisis mundial la premisa fue clara: rechazo contundente a la estrategia ortodoxa de reducir déficit, nada de “enfriar la economía”, a cambio se opto por el estimulo a la demanda agregada como política de estado.

Si bien simultáneamente se incitó con créditos a la inversión, el rezago temporal propio de este tipo de medidas acarreo como consecuencia o efecto no deseado un exceso de demanda con una continua escalada de los precios.

Es decir, por un lado la instantánea muestra algunos síntomas de alerta: reducción del superávit externo, incipientes déficit fiscal, inflación con fuerte componente inercial entre otros; mientras que por otro lado, estructuralmente es posible observar mejoras en importantes parámetros:
• Mejores expectativas a mediano plazo, que se refleja en el aumento de las cotizaciones de los papeles de deuda pública y en un mayor consumo privado.
• Una holgada situación de obligaciones de pagos internacionales, con importante aumento de las reservas del Banco Central.
• Progresión de los depósitos en moneda nacional y mayor liquidez del sistema financiero.

Crecimiento e Inflación

Coyunturalmente el principal factor impulsor viene exógenamente desde el plano internacional y enfatiza tres elementos fundamentales: el importante crecimiento de Brasil, la suba de precios internacionales de los Agroalimentos y el devaluado dólar en el mundo.

De esta manera, Argentina encara un año electoral con estabilidad macroeconómica, pero con un ambiente agitado en el debate político que genera un “clima” de conflictividad social y una fuerte fuga de capitales.

Si bien los pronósticos apocalípticos de muchos analistas no se verificaron, Argentina crece pero con una importante suba en los precios que afecta el ánimo de las familias y resiente la productividad empresarial.

El escenario preocupa aún más si consideramos la casi nula capacidad ociosa y la débil inversión que no tiene el suficiente vigor para responder a la fuerte presión de demanda.

¿Y después de Octubre?

Con el apremio fiscal y exterior, los márgenes para corregir distorsiones requieren una importante determinación, decisiones poco populares que se han postergado este año debido al proceso electoral.

Sin lugar a dudas la inflación es el tema del momento, el “problema” que más preocupa.

Por ahora el gobierno ha atacado a la inflación con herramientas indirectas: negociaciones sectoriales, subsidios, restricciones, créditos estratégicos,  etc.

Indudablemente, a pesar de la coyuntura internacional favorable el modelo requiere “retoques”, y gane quien gane en octubre deberá corregir este y otros temas importantes que aquejan hoy nuestra macroeconomía.

Publicado en La Reforma –  8 de Julio de 2011.

Publicado en Revista Claves –  Junio de 2011.