En medio de una “crispación” ascendente, por primera vez en la historia en un año electoral la continuidad de crecimiento económico está zanjado, Argentina crecerá en este 2011 a pesar de la fuerte especulación financiera y su fuga de capitales, la inflación internacional record e inflación domestica en espiral.
Como nunca la cuestión fiscal aparece relegada a un segundo plano y la discusión se centra en la tasa de inflación y en el nivel del tipo de cambio, variables más que sensibles al ánimo de la gente.
La inflación en el mundo
La inflación mundial se está exacerbando al ritmo de la inyección de dólares por parte de EEUU, y ya preocupa a muchos conocidos actores.
La hiperliquidez mundial de divisas llevó a que tanto en China como en Europa hayan subido varias veces consecutivas sus tasas de interés.
En todo latino América, la suba de precios observada ha llamado a la prudencia, diferentes organismos internacionales como OCDE y el FMI que han destacado que la importante tasa de crecimiento de estos países emergentes debe menguarse a fin de evitar “sobrecalentamientos”.
Incluso en Brasil, la propia Dilma Rousseff, dijo que está “inmensamente preocupada” por la inflación, y sostuvo que el Gobierno actuará para impedir que los precios sigan subiendo.
La Inflación en Argentina
Si bien las estimaciones de la suba general de precios ronda entre el 20% y el 30% según fuentes privadas, el INDEC insiste en su última medición en un psicológico 9,7% de inflación anual.
Amén de esta discusión estéril, lo que más daño causa sobre la economía del país es que las expectativas de inflación para el próximo año superan el 30% (según la UTDT).
Ante esta irrefutable percepción ambiental, la puja distributiva en corrosiva, y repercute en las empresas, los inversores, los sindicatos, y sobre todo en las familias de menores recursos.
Indudablemente gane quien gane el próximo octubre, tendrá que ocuparse de este problema que ya empezó a afectar los niveles de actividad.
Publicado en El Regional – Pag. 21. 14 de Mayo de 2011.