Ante la imposibilidad de acceder a créditos para viviendas, los argentinos se vuelcan al consumo.

Pasado el mundial todavía hoy muchos argentinos están pagando LCD gigantes que hoy valen la mitad.

El boom del consumo en cuotas en el que se introdujeron los argentinos como forma de escaparle al fantasma de la inflación, parece lejos de agotarse.

Los indicadores del Banco Central reflejan que el nivel de crédito colocado por las entidades durante los últimos años no alcanzó por ahora a afectar seriamente la capacidad de pago de las familias y que todavía hay buenos márgenes para que siga la expansión.

Si bien en el último año los créditos al sector privado aumentaron poco más del 30%, dejando a los argentinos con un solo 20,2% de su salario comprometido en créditos para consumo; este porcentaje hoy está dos puntos por debajo del que se registró durante la última crisis de 2008, y cinco puntos del máximo alcanzado en la Convertibilidad.

 Prestamos-al-sector-privado

También cuando lo comparamos con nuestros vecinos podemos observar que el aumento del crédito en el país es bastante modesto: En Argentina las deudas de las familias  sobre el PBI es de 6,2%, del 19% en promedio en Latinoamérica, del 19,7% en los emergentes y del 81,7% en países desarrollados.

Ahora bien, si los créditos no son tan importantes en volumen, ¿Cómo explicamos el consumo a tope en el país?

Lejos del sueño de la casa propia
La inflación se convirtió en el mayor enemigo del sueño de la casa propia. Hoy el principal freno para el desarrollo del negocio de los créditos hipotecarios no son los altos precios en dólares de las viviendas o los bajos salarios, sino la incapacidad de mantener una buena relación entre la cuota mensual de un préstamo y el ingreso total de una familia.

Con alta inflación, cualquier deuda a largo plazo se licua, lo que frena a las entidades a ofrecer este servicio.

Como consecuencia, el fenómeno del bajo endeudamiento de los argentinos se explica por la escasez de los préstamos para la vivienda, que a pesar de empuje oficial apenas llegan al 2% del PBI, muy por debajo del 6% que representaban en 1998.

Alta inflación, menos ahorro, más consumo
Con la inflación mordiendo los talones y la imposibilidad de acceder al préstamo hipotecario, el consumo mantiene su imponente vigor.

Pasado el furor de los LCD, el argentino mantiene su apetito consumista y hoy le apunta al 0 km.

Es que si las barreras para acceder a un préstamo hipotecario son casi imposibles, hoy acceder a un 0 km es relativamente fácil y barato.

Basta mirar los diarios para notar la enorme oferta de 0 km en cuotas y bajas tasas de interés, opción más que atractiva para aquel que tiene el capital pueda al menos en parte escaparle a la inflación.

Es así como podemos entender los 18 meses de crecimiento consecutivo de patentamientos de autos según ACARA, logrando en el primer cuatrimestre del año el aumento del 28% comparado con el año pasado.

 Patentamiento-de-Autos-ACAR

¿Cómo continúa la película?

Indudablemente es difícil que las variables macros más relevantes vayan a sufrir alguna importante alteración en los próximos meses. Con las elecciones a un paso, la rueda continuará rodando tal cual la vemos hoy.

Después de octubre, quién de vuelta la página de esta historia seguro deberá ajustar varias tuercas y entre ellas, el flagelo de la inflación.

Publicado en El Regional – Pag. 22. 28 de Mayo de 2011.