A pesar de la turbulencia política, del fuego cruzado entre gobierno y oposición, la economía argentina muestra una solida tendencia a crecer en este 2010.

El crecimiento continuo del gasto público ayudado por un dinámico consumo privado y una prometedoras exportaciones son los principales elementos por los cuales los economistas del país reestiman un crecimiento más abultado en comparación a sus propias mediciones meses atrás.

Rechazando las propuestas y recomendaciones de ajuste realizadas por los principales entes internacionales el gobierno continúa estimulando el gasto público, el mismo sigue ascendiendo a pesar de escucharse muchas voces opositoras en contra de su desmedido crecimiento. Como contrapartida, el gobierno anuncia que la recaudación creció un 31%, en parte explicado por el fuerte incremento del consumo privado.

Lo cierto es que el déficit fiscal debe ser cubierto, y por ahora las necesidades de financiamiento para pagar obligaciones finalmente se buscaron en las reservas del BCRA, política que fue bien recibida por los tenedores de bonos que en su mayoría aceptaron el canje de deuda, lo que permitió bajar el riesgo país, nuevo financiamiento externo y reducciones en la tasa de interés.

Ante todo pronóstico, el consumo se encuentra con un inusitado vigor, para el abanico opositor y para quién ve el vaso medio vacío esto se explica por la sostenida inflación: “mejor consumir antes de ahorrar y ver perder el poder adquisitivo”.

Lo cierto es que la recuperación de nuestra industria liderado por la industria automotriz es una estupenda noticia (la producción subió 74% el último año según ADEFA, y las concesionarias estiman vender 560.000 en el año), y en parte se lo debemos a nuestro mayor socio comercial: Brasil. Se podría afirmar que la única nota opaca al análisis macro de nuestro país para lo que resta del año es el lento proceso inflacionario que se va tornando estructural (Para la Universidad Torcuato Di Tella las expectativas de inflación se mantienen en 25% anual). Es cierto que hay una importante distorsión en los precios relativos, pero sin lugar a dudas hoy padecemos algo más que el famoso “reacomodamiento de precios”.

Publicado en El Regional – Pag. 2. 17 de Abril de 2010.