No es novedad para los cordobeses, que la magnitud de la deuda pública de la provincia se ha convertido en un gran problema a resolver. Su pago compromete más del 10% del presupuesto provincial y la actual crisis financiera sigue engrosando la ya abultada deuda pública heredada del mandato del “Gallego” De la Sota. A dos años de las elecciones, el actual gobernador ya evalúa la aplicación de un aumento de impuestos para el año que viene.

Ya se vislumbraba el peligro

El dinero no fue a parar a obras públicas, sino que se utilizaron para cubrir gastos corrientes de jubilaciones y refinanciamiento de intereses.

Ya en el mandato de De la Sota, los reconocidos economistas Salvador Treber, Eduardo González Olguín y Daniel Wolovick, insinuaron que la situación de las arcas del estado provincial se parecía a una película de terror.

Criticaron el principal pilar de la política fiscal delasotista: una absurda rebaja marketinera de un 30% en los impuestos. El resultado: privó a la provincia de recaudar 858 millones de pesos entre los años 2000 y 2005.

Causas y derroteros de la crisis financiera provincial

El mal manejo de los fondos públicos ha llevado a que los números del fisco cordobés estén en rojo. Especialmente por la caída de la coparticipación federal, la voluminosa sustracción de recursos económicos vía retenciones agropecuarias, la deuda pública de arrastre y el lastre de un abultado déficit en la Caja de Jubilaciones.

En este contexto, la dependencia de la provincia hacia los fondos nacionales es vital, pero, justamente, las demoras en la entrega de las partidas comprometidas por el gobierno nacional, forman parte del castigo de la administración Kirchner a quienes no se alinean. Schiaretti no lo hizo en el conflicto con el campo ni en las últimas elecciones del 28 de junio. Ahora, paga sus consecuencias.

El mandatario provincial pretende que la Nación le refinancie la deuda hasta 2011 y continúe haciéndose cargo de parte del déficit de la caja previsional. Sin embargo, no pudo ponerse de acuerdo en la audiencia que mantuvo la semana pasada con el ministro de economía nacional quien volvió a subrayar: “La deuda con Córdoba es cero”.

Amén de posiciones dispares, lo cierto es que nuestra provincia esta camino a una nueva implosión fiscal, derivada de una serie de desprolijidades en que tanto Schiaretti como De la Sota son responsables.

Como siempre, en el medio estamos nosotros, los niños sin clases, los jubilados sin aumentos y, por ahora, pero solo por ahora, nos salvamos de una nueva cuasimoneda.

Publicado en El Regional – Pag. 9. 7 de Noviembre de 2009.