Se acelera el cierre de comercios por la suba de costos y caída de ventas.

La implementación de políticas contractivas de corte neoliberal ha provocado un fuerte proceso de desaceleración de la economía, depresión que ya está mostrando sus peores consecuencias en la ciudad con el cierre de locales comerciales.

En los primeros cuatro meses del año bajaron sus persianas varias empresas y comercios, la caída de ventas es el culpable, pero la suba de tarifas (en gas, electricidad y transporte) que se viene más los incrementos de alquileres hará mella en muchos otros más, algo que hemos visto venir con mucha anticipación, véase análisis de principios de año: http://www.eldiariocba.com.ar/nuevas-viejas-recetas-del-manual-de-la-ortodoxia.

Las empresas sostienen que la disminución de ventas en los últimos cuatro meses alcanza en algunos casos el 20%, desde la CAME la caída de ventas estimada en el primer cuatrimestre es del 4,8%.

Ventas Minoristas - CAME - 05-2016

Los comercios más afectados son desde luego los que comercializan bienes “superfluos”, es decir los que no son de primera necesidad. Los supermercados habían advertido semanas atrás que la caída del consumo había llegado al 8% en marzo y abril, pero este porcentaje es un promedio con todos los rubros que venden las cadenas, que incluyen bienes durables como electrodomésticos e indumentaria que son los más afectados.

Medidas apuradas

La caída en el poder adquisitivo se sintió con más fuerza que nunca en el cuarto mes del año con el record de inflación, que impactaron tanto sobre las posibilidades de gastos como sobre el ánimo para consumir de las familias.

Ni lerdo ni perezoso salió rápidamente el gobierno a anunciar medidas de ayuda para las Pymes, principalmente alivio en lo financiero a través de la continuidad de créditos blandos y con la declaración trimestral del IVA; anuncio que parece muy tímido para contrarrestar la caída libre para muchos comercios, que lo que necesitan son mayores ventas, es decir un mayor consumo general.

Panorama complejo

La situación se plantea más que compleja, la disminución de ventas derivado de incrementos de costos, menor percepción salarial por quita de subsidios y mayor inflación empeora por un lado las expectativas futuras que perciben los consumidores, los cuales retraen su consumo “por las dudas”.

Según la última medición de expectativas a través del Índice de Confianza del Consumidor de la Universidad Torcuato Di Tella muestra claramente la magnitud de la caída.

ICC - UTDT - 05-2016

Lo paradójico de la situación es que por otro lado las expectativas empresarias están en altos niveles; según publicó en abril Deloitte, en lo que respecta a la visión hacia adelante el 88,1% de las grandes empresas encuestadas cree que la situación económica mejorará dentro de un año. Similar contraste se muestra en los participantes en cuanto al clima de inversiones para los próximos doce meses: el 93,2% opinó que mejorará.

¿Cómo se mastica este contraste de datos? ¿Esta dicotomía en las percepciones de consumidores y empresarios?

Las grandes empresas ya saben que serán las ganadoras directas, ¿Habrá derrame al resto?

El escenario es de alta incertidumbre, la crisis de Brasil nos golpea de lleno, las inundaciones han puesto en jaque a muchos productores agropecuarios (el sector lácteo es uno de los grandes afectados, se estima una merma de producción de hasta el 30%), la construcción está sufriendo una de las peores caídas de los últimos años (baja del 22,3 % según Índice Construya en Abril) y la industria a pesar del extraordinaria performance del complejo de oleaginosas (+59,8%) muestra una merma interanual del 3,8% en marzo según UIA.

Con el vuelco macroeconómico (la estimación de caída del PBI para este 2016 es del 2%) el mayor miedo de los argentinos ha vuelto a aparecer: la expulsión masiva de trabajadores en los primeros meses de gobierno más falta de creación de empleos en el sector privado se traducen en caída de demanda laboral que registran las consultoras a lo largo y ancho del país (en Villa María el OIR obtenido por la UNVM destacó una baja del  35% en abril).