La actual crisis financiera y de endeudamiento de Irlanda plantea, una vez más la idea de una posible ruptura de la zona euro; algo impensado hace apenas un lustro.

Las desastrosas consecuencias devienen de un posible “contagio” que lleve a que la crisis se propague como un reguero en los demás miembros hoy en jaque por la especulación financiera.

Una historia que ya conocemos

La mayoría de crisis económicas modernas tienen en términos vulgares una serie de etapas:

1-  un periodo de auge inflado, momento en que se va formando la burbuja, generalmente con importantes entradas de capitales foráneos que buscan rentabilidad especulativa.

2-  Una posterior etapa en donde la economía real no puede responder y empieza a resquebrajarse la estructura, etapa en donde la moneda sufre una importante apreciación y el estado a fin de sostener al “mostruo” entra en un importe endeudamiento.

3-  En la última etapa el aumento del riesgo de insolvencia se pone en manifiesto, devienen entonces el pánico bancario y en comportamiento especulativo y gregario de los inversores internacionales, se fugan los capitales y explota la burbuja.

El ajuste fiscal anunciado por Brian Cowen contempla entre otras un masivo despido de trabajadores, disminución del salario mínimo, aumento de impuestos incluso el IVA, y por supuesto no podía faltar el recorte de un 14% de la seguridad social.

El paralelismo del plan irlandés con el ideado por el cerebro mingo Cavallo haya por el 2000 en nuestro país asombra.

Al igual que Argentina, hoy Irlanda no puede devaluar, la única salida es el ajuste, el ajuste y la reconversión total de la economía para aumentar en brevísimo tiempo su productividad.

¿Quiere que le cuente como termina el cuento?

La verdad es que los argentinos estamos curtidos en este tema, la traumática experiencia de hace 9 años nos saco cayos y si Ud. tiene un poco de memoria ya se imagina el final de la película.

Refrescando la historiaefecto domino

Una bomba a punto de estallar le dejó Menen a un acéfalo De la Rúa, que a pesar de ganar las elecciones presidenciales con un importante margen ni reaccionó ante la caída inminente de su gobierno.

En diciembre de 2000, el FMI, España y el gobierno argentino acordaron un megarescate.  El famoso “blindaje” implicaba un ajuste que se fue comiendo todo el ahorro fiscal que proponía el gobierno de De la Rúa en medio de terribles sacrificios que terminaron con una reducción de los salarios estatales y las jubilaciones del 13%.

Apenas un año más tarde el país declaraba la cesación de pagos y se hundía en una de las peores crisis político-económicas de su historia.

“La región se enfrenta a una crisis de supervivencia. Debemos trabajar juntos para salvar la moneda, porque en caso contrario, la Unión Europea no sobrevivirá”. Herman van Rompuy, presidente del Consejo Europeo.

“En este momento, el señor Zapatero es la clave. Si actúa con rapidez, podría desempeñar un papel fundamental para salvar a la moneda del colapso”, advirtió el semanario británico The Economist.

“Cualquier medida de ayuda para algún integrante en problemas simplemente servirá para retrasar la inevitable partición de la Eurozona.… hay poca ayuda que se pueda ofrecer a estos países, que no sea la de otorgar sucesivas dosis temporales de confianza, antes del desenlace final: la ruptura de la zona”. Albert Edwards, del banco Société Générale.

¿Se repetirá la historia?

Está claro entonces, que el plan impuesto al “Tigre Celta” conlleva el enorme riesgo implícito de una fuerte caída de la recaudación fiscal.

La pequeña gran diferencia es que en la actualidad un posible efecto dominó podría tener efectos catastróficos impensados. Ante esto, el rescate a Irlanda supone una jugada fuerte, y ya sabemos…. el que apuesta por necesidad, pierde por obligación.

Publicado en El Regional – Pag. 20. 4 de Diciembre 2010.

Publicado en La Reforma – Pag. 4. 4 de Diciembre 2010.