Los que tuvieron la posibilidad de viajar por el exterior, con seguridad se han podido maravillar con lo bien que funciona tal y cual circunstancia que por aquí anda muy mal. Seguro que se han quedado hechizados con sus lindos parajes, y con su buen funcionamiento social. Pero por lo general la primera impresión es la mejor. La verdad es que no todo lo que brilla es oro. Sólo los que hemos vivido en otra sociedad hemos descubierto sus miserias, sus problemas, sus dificultades como sociedad.

Si bien es cierto que cada población tiene sus propias características, y con ello sus propias valoraciones de lo bueno y lo malo, si es verdad que muchas sociedades sufren los mismo males en menor o mayor intensidad, y en su determinado nivel de desarrollo social le dan mayor o menor prioridad. Este es el caso de los accidentes de tránsito, hoy en el mundo entero los accidentes de tráfico son considerados como uno de los principales problemas sociales.

Los accidentes de tránsito y las consecuencias que generan constituyen una tragedia humana de primer orden, una auténtica epidemia de nuestro siglo, que ninguna sociedad moderna debiera tolerar.

En la práctica, en los países donde el problema ha sido abordado seriamente, se calcula el impacto que sobre la economía de un país o una región tienen los siniestros de transito. Por que? Por qué sin ello no sería posible decidir sobre las inversiones públicas o privadas destinadas a reducir dichos accidentes.

Para calcular este impacto, se estima el valor de lo que se destruye en los accidentes. Si bien el concepto de destrucción de valor es de fácil comprensión, como ocurre en otros acontecimientos como los desastres naturales, incendios, etc. no resulta tan fácil cuantificarlo.

Algunos puntos resultan relativamente fáciles de cuantificar como la destrucción del bien material, los costos médicos y de atención a las víctimas, e incluso con determinadas técnicas, se puede valorar las pérdidas del poder de producción futura de las personan accidentadas. Sin embargo, la asignación económica al costo humano no resulta sencilla y por supuesto es muy controversial.

En general, se sigue dos métodos:
• Asignar la cuantía por la que se indemniza a las víctimas, denominado “método de las indemnizaciones”.
• Asignar la cuantía que la sociedad esté dispuesta a pagar por evitar una víctima. Es el método denominado “de disposición al pago”, que se basa en encuestas, y se sigue en los países más avanzados en seguridad vial. Este método, refleja en cierta manera cuánto la sociedad está dispuesta a pagar de sus impuestos para las políticas de Seguridad Vial.

Causas

Varias son las causas, y expertos en el tema seguramente podrían hilar más fino, sin embargo con seguridad Ud. coincidirá en estos que me gustaría destacar:
• Un llamativo desapego a las normas cívicas. Falta de educación vial, controles y sanciones  a quienes cometen infracciones no se corresponden con él requerido, más aún cuando las medidas implementadas en general van más por el camino de la recaudación que con el fin de preservar la seguridad de los ciudadanos.
• Un exponencial incremento del parque automotor en los últimos años. El vertiginoso crecimiento de vehículos en nuestras calles que con seguridad seguirá creciendo ya hoy ha superado la capacidad de acción y reacción de las políticas públicas implementadas.
• Falta de Infraestructura. La mayoría de las rutas y autopistas argentinas no están preparadas para absorber semejante cantidad de vehículos.

Números que dan escalofríos

Los accidentes de tráfico provocan cada año 1,27 millones de muertes en el mundo y entre 20 y 50 millones de heridos, según la Organización Mundial de la Salud (Fuente: OMS).

mapa2009 Accidentes TransitoDatos que llaman la atención: El 25% del total de accidentes de tránsito del país se produce entre la 0 y las 6 del domingo, según el Instituto de Seguridad Vial (Isev).Conducir bajo los efectos del alcohol es responsable del 30-50% de los accidentes con víctimas mortales.

Según las estadísticas, los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte, sobre todo entre los 5 y los 44 años.

En Argentina, los datos nos dicen que 22 personas mueren por día; más de 7800 víctimas fatales por año y unos 120 mil heridos de distinto grado, muchos de ellos con graves secuelas de por vida (datos 2009 Fuente: Luchemos por la Vida). Sólo en la provincia, ya son 17 las víctimas fatales en noviembre de este año, mientras que en lo que va del año la cifra asciende a 437 (Fuente: La Voz del Interior).

Según la OMS, las heridas causadas por accidentes de tráfico suponen un “importante problema para los sistemas de salud pública, en especial, en los casos de los países de ingresos bajos y medios”. En nuestro país se estima que atender en un hospital a un lesionado producto de un choque cuesta 2.350 pesos en promedio (cualquiera sea la lesión).

Como decía Saint Exupery, a los adultos les encanta las cifras, sólo así pueden dar consistencia a su imaginación. Sin embargo el flagelo social que representa los accidentes de tránsito en nuestro país supera con creces todo lo imaginable.

El sufrimiento personal de las víctimas de los accidentes graves de tráfico no puede nunca expresarse en términos económicos. Ninguna cantidad de dinero puede compensar la pérdida de un familiar cercano o una invalidez permanente.

Conocer el valor de lo que se destruye será pues de gran ayuda para valorar los beneficios que suponen las inversiones en seguridad vial.

Invertir en seguridad vial, en prevención de accidentes, es fundamental, tanto desde un punto de vista humano y social, como desde una perspectiva de ahorro económico.

Investigación y estadísticas son claves para atacar el flagelo, esto debe ser parte de la responsabilidad de nuestros gobernantes, esa debe ser una de nuestras más importantes demandas sociales.

No hace falta ser un experto para notar que este problema debe ser atacado en varios frentes, pero principalmente con una fuerte política pública en control, educación e infraestructura.

Publicado en El Regional – Pag. 20. 20 de Noviembre 2010.