A la complicada incertidumbre que atraviesa la economía Argentina, ahora se le suma un nuevo e intempestivo condimento del triunfo del republicano Donald Trump

El giro inicial de las políticas económicas neoliberales del gobierno de Macri mostraron su peor cara: después de brutal ajuste fiscal y monetario, de tarifas y del tipo de cambio, la pérdida de capacidad de compra del grueso de los argentinos fue tomado con una mezcla de resistencia y resignación, tal vez también con un poco de esperanza, el segundo semestre no estaba tan lejos.

Sin embargo, el fracaso elocuente de los primeros meses de gestión transparentó que en economía nada es tan simple, apretar botones aquí y allá bajo recetas enlatadas del Fondo Monetario Internacional no siempre resulta, como ciencia social la economía es mucho más que números.

Recalculando I

Fuera de foco, la fallida conducción política no supo leer la situación convulsionada del mundo actual, un mundo todavía herido por la profunda crisis de las suprime del 2008, que nada compra, que cierra fronteras y cuida puestos de trabajo ante la latente amenaza global.

El giro neoliberal pone al país en un paso en falso, sin protección, más vulnerable, escenario que ya golpea con fuerza las economías regionales amenazando sin cuartel al empleo de variados sectores, principalmente a pymes industriales que lejos están de poder competir con economías altamente competitivas ante una apertura indiscriminada de las fronteras.

Mientras la crema financiera festeja abriendo champan, el grueso de la economía sigue esperando la famosa lluvia de inversiones. Lamentablemente, en el contexto donde reina la incertidumbre, lejos estamos de seducir inversores.

Sin tracción interna, la economía se ha hundido en una fuerte recesión en el presente año. La caída de la industria y la construcción han puesto en alerta al gobierno y ahora la apuesta de repunte se traslada al año que viene con la puesta en marcha de faraónicas obras públicas.

El ambicioso plan será sostenido con deuda (por falta de inversiones), nuevos compromisos en dólares que ya ha crecido de forma alarmante y generan dudas en muchos analistas económicos porque contrariamente a lo planteado en campaña y pese al esfuerzo fiscal de familias y empresas, el déficit público no solo no ha bajado sino que ha mostrado un fuerte y preocupante aumento.

El propio FMI reconoció que “las medidas han producido un impacto a corto plazo negativo en la actividad económica», por lo que para el 2017 espera mayor inflación y ya bajó sus expectativas de crecimiento para nuestro país, pero eso si, por supuesto, elogiando el plan del gobierno.

emea-11-2016

Recalculando II

A los traspiés del ejecutivo nacional que por ahora está “aprendiendo sobre la marcha” (esperemos que aprenda pronto!!), ahora hay que agregarle el condimento extra: la incertidumbre del triunfo de Trump.

Menudo zarpazo imprevisto por todos los gurúes del mundo entero!!

Mucho se dice y se especula según los dichos de futuro presidente de Estados Unidos, habrá que mirar con atención lo que hace.

Por lo pronto supone una nueva amenaza a la economía argentina, ya que mayor proteccionismo en Estados Unidos según promesas de campaña de Trump llevarían a subas en las tasas de interés mundial perjudicando por dos principales vías a nuestro país: presiona a la baja de precios de los comodities, y significa un mayor costo de intereses por la deuda tomada.

Sin lugar a dudas es un año complicado, pero tenemos a Messi, seguro vamos a clasificar para el mundial.