La amplitud, profundidad y celeridad de los cambios que se han producido en las últimas décadas obliga a readaptaciones constantes.

Sin embargo, está dinámica en la economía puede ser una oportunidad, y las empresas líderes lo saben. Al visualizar y proyectarse al futuro son referentes en sus nichos de mercados. ¿Cómo lo hacen?

Aunque existan miles de estrategias y cada empresario tenga su muletilla, puede verse que el gerenciamiento empresarial aún con sus matices requiere de algunas prácticas comunes.

Podríamos así identificar diferentes acciones para alcanzar objetivos de desempeño y tener éxito:

  1. Revalúe su modelo de negocios. Introduzca la innovación y desafíe constantemente su modelo de negocio actual frente a los nuevos escenarios.
  2. Flexibilice sus operaciones. Mejore la capacidad de respuesta y la flexibilidad de la organización para reducir los costos y mejorar la eficiencia. Trate de ser versátil, es decir, intente adaptarse de manera más rápida a los cambios del mercado.
  3. Optimice la disponibilidad y el uso del capital. Estudie con minuciosidad la necesidad de capital de trabajo, evite así costos financieros innecesarios.
  4. No descuide los Recursos Humanos. Su personal son uno de los capitales más importantes de su empresa. Analice necesidades, requerimientos. Escuche. Con poco se puede hacer mucho.
  5. Trate de ampliar su mercado. Evalúe su alcance de mercado, analice la mezcla de productos para aprovechar oportunidades, lograr rendimientos óptimos y mitigar el riesgo.
  6. Acelere la toma de decisiones y su ejecución. Tome y ejecute decisiones de manera más rápida para aprovechar las oportunidades inmediatas; no posponga acontecimientos que tarde o temprano ocurrirán.
  7. Fortalezca su talento gerencial. Obtenga, conserve y movilice un equipo gerencial que sea capaz. Asesórese, incorpore consultores externos de ser necesario.

Si todos estos consejos lo abruman, al menos tenga en cuenta los siguientes puntos esenciales: 

  • Las cosas no funcionan por siempre, y las acciones tampoco.

Cuando algo funciona no necesariamente lo hará siempre. Ante un escenario cambiante, evaluemos, no se trata de seguir haciendo siempre lo mismo. Innovar, investigar con seguridad nos abrirá puertas y nos ofrecerá nuevas posibilidades, nuevas alternativas.

  • Analizar mi negocio, evaluar y reevaluar lo que estamos haciendo.

Aunque no caminemos al borde de la cornisa, analicemos que estamos haciendo. Análisis de costos, evaluación de proyectos, estimación de flujos de fondos, etc. nos permitirán contar con mayor cantidad de herramientas para tomar decisiones acertadas.

  • Gestionar y proyectar.

Cuantas veces vemos que el día a día nos agota las energías, cuantas veces escuchamos “llevar la empresa adelante no me deja tiempo para pensar”. Cuidado, cuando ponemos lo urgente delante de lo importante no proyectamos, no conducimos nuestra firma con una estrategia con sentido.

En definitiva, tener una estrategia corporativa definida es de gran importancia para cualquier empresa, pequeña o grande, y aunque exista miles de manera de gerenciar, con seguridad la actualidad hoy nos obliga a ser versátiles, a tener la capacidad de adaptarnos ante cada cambio.

Publicado en Revista Claves – Febrero de 2012